La Marea Roja, o su término más correcto Floración Algal Nociva (FAN), es un aumento muy grande en la abundancia (número) de algunas microalgas que viven en el agua, y que los seres humanos las perciben como dañinas o nocivas. Los impactos que ocasionan sobre las personas y sus actividades, incluyen intoxicaciones por consumo de mariscos, en peces y otras especies mortandad, alteraciones de los hábitat costeros y por ende, perturbaciones en los sistemas social y económico. Una marea roja no es provocada por un virus, bacteria u hongo, no es una infección, pero algunas floraciones producen toxinas, afectando a los mariscos que se alimentan de estas microalgas, causando intoxicaciones en las personas por consumo de mariscos, dependiendo de la toxina, se puede considerar la gravedad, pero lo recomendable es no consumir especies afectadas por la marea roja.
A menudo de color rojo intenso o marrón, puede observarse una típica marea roja a lo largo de una costa marina. Las mareas rojas, un tipo de floración de algas nocivas, son floraciones tóxicas de algas microscópicas que se producen en todo el mundo. En Estados Unidos, estas floraciones aparecen en las tres zonas costeras principales. Las originan varios microorganismos diferentes, todos ellos fitoplancton que utilizan la energía de la luz para crecer, pero no siempre son rojas.
Al menos tres especies de dinoflagelados y una de diatomeas son responsables del desorden tóxico de las mareas rojas en Estados Unidos. Estas formas microscópicas de algas producen toxinas que pueden causar enfermedades a los humanos y resultar mortales para los animales marinos.
En Estados Unidos, las mareas rojas se dan con mayor frecuencia en el golfo de México, frente a California, y en el golfo de Maine. En cada uno de estos lugares, un microorganismo diferente -presente en niveles bajos normalmente- genera la floración de algas cuando confluyen las condiciones.
Golfo de México
Un tipo de alga tóxica, la Karenia brevis, vive en el golfo de México durante todo el año en bajas concentraciones. Cuando las condiciones ambientales, como la temperatura, los niveles de nutrientes y el viento, son adecuadas, la población de algas estalla y se forman enormes floraciones que liberan cantidades ingentes de brevotoxina en el océano. Con su característico color rojo, estas mareas rojas afectan a Florida, Luisiana, Alabama y Texas.
Richard Stumpf, experto en floraciones de algas de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), afirma que las mareas rojas suelen producirse en Florida todos los años. En Texas, solían florecer cada 10 años, pero ahora aparecen cada tres. Los casos de Luisiana y Alabama tienden a surgir con menos frecuencia, a menudo solo cuando los huracanes empujan las floraciones hacia el noroeste desde el suroeste de Florida.
Efectos de la marea roja en los humanos
Los efectos de las mareas rojas no se limitan a los animales. Las personas pueden enfermar por las toxinas presentes en el agua o en los mariscos contaminados. La K. brevis, el dinoflagelado causante de las mareas rojas en Florida, puede provocar problemas respiratorios, especialmente a las personas asmáticas o alérgicas.
Se calcula que las mareas rojas causan cada año pérdidas económicas de 77 millones de euros debido al cierre de playas y de la pesca, con la consiguiente disminución de los ingresos del turismo y del marisco.
Influencias humanas en las mareas rojas
El cambio climático complica la frecuencia y ocurrencia de las mareas rojas. Se espera que el viento y la temperatura aumenten con el calentamiento del planeta. Si hay más viento que agita los nutrientes, los dinoflagelados podrán conseguir alimento con más facilidad. Sin embargo, las diatomeas prefieren condiciones más tranquilas.
Los científicos predicen que el cambio climático aumentará la frecuencia e intensidad de los huracanes, lo que podría desplazar las floraciones a nuevos lugares. En Florida, una marea roja duró 17 meses tras el paso de grandes huracanes en 2004 y 2005 y, en 2017, tras el huracán Irma, otra gigantesca marea roja puso en peligro el estado.
Además, un mayor número de nutrientes, que llegan al océano por el exceso de fertilizantes en las granjas o el césped, puede contribuir a las floraciones. La K. brevis está aumentando en las aguas de Florida y ahora es más abundante durante todo el año que en la década de 1950, muy probablemente debido a la mayor presencia de nutrientes. “Si las algas no tienen suficiente nitrógeno, se reduce la floración”, dice Stumpf.
Fuente: nationalgeographic.es