Lo que parecía un paseo habitual por el monte se convirtió en un episodio que hoy tiene a todo el pueblo hablando de aluxes y presencias antiguas. Doña Teodora, una mujer de la tercera edad y vecina muy conocida de la comunidad, desapareció durante casi tres días tras adentrarse en la selva.
Según contó la propia mujer después de ser encontrada, escuchó voces familiares que la llamaban por su nombre. Pensando que eran sus hijos o nietos, siguió el sonido, pero nunca los encontró. Lo que sí vio, asegura, fueron pequeñas figuras escondidas entre los árboles, con ojos brillantes que jugaban y se reían.
“Eran como niños, pero no eran humanos”, dijo tras ser rescatada por elementos de la Policía Municipal.
El caso causó movilización en la comunidad. Familiares, vecinos y autoridades realizaron intensas búsquedas hasta que, finalmente, fue localizada deshidratada, pero consciente. Fue atendida en un centro de salud y ya se encuentra en su hogar.
Muchos aseguran que fue un encuentro con los aluxes, los antiguos guardianes mayas del monte. Una experiencia que, para muchos, confirma que el misticismo de la tierra yucateca sigue más vivo que nunca.
