Izamal, Yucatán. — La paciencia de los habitantes de Izamal parece haber llegado a su límite. Este día, vecinos de distintos barrios tomaron justicia por mano propia ante la aparente inacción de las autoridades, tras varios incidentes relacionados con robos y acoso en la zona.
El primero de los casos se registró cuando un individuo fue sorprendido robando una bicicleta; los vecinos lograron detenerlo antes de que escapara. Horas más tarde, en otro punto de la ciudad, fue aprehendido otro sujeto acusado de merodear con fines delictivos y acosar personas cerca de una escuela nocturna. En ambos casos, los ciudadanos retuvieron a los presuntos delincuentes en espera de que la policía actuara, aunque con creciente desconfianza hacia las fuerzas del orden.
Vecinos expresaron su frustración, denunciando que, lejos de recibir apoyo, en ocasiones los propios elementos policiales —tanto municipales como estatales— han incurrido en abusos, detenciones arbitrarias e incluso actos de extorsión.
“¿Hasta qué grado vamos a llegar? ¿Están esperando que ocurra un linchamiento como en Tekit?” comentó uno de los vecinos, claramente molesto por la falta de respuesta efectiva de las autoridades.
La creciente inseguridad y la sensación de abandono por parte del sistema de justicia han provocado que muchos ciudadanos se organicen para protegerse entre ellos. Sin embargo, esto podría derivar en consecuencias graves si no se toman medidas urgentes por parte de las autoridades locales y estatales.
Izamal, como ciudad con valor histórico y cultural, merece atención inmediata en materia de seguridad. Los vecinos exigen patrullajes efectivos, respuestas rápidas y una depuración interna de los cuerpos policiales si es necesario.
