Los virus informáticos son programas maliciosos diseñados para infectar sistemas informáticos y causar daños, robar datos o sabotear su funcionamiento. Estos programas pueden propagarse de diversas formas, como a través de correos electrónicos, medios físicos como unidades USB, descargas de internet, entre otros. Una vez en el sistema, los virus pueden alterar el funcionamiento normal del equipo, destruir o corromper el sistema operativo, programas y archivos, e incluso secuestrar información mediante cifrado para solicitar un rescate económico.
Los virus informáticos son especialmente peligrosos porque pueden causar daños significativos, como la pérdida de datos, el deterioro del rendimiento del equipo e incluso la inutilización del sistema. Algunos tipos de virus, como el ransomware, pueden cifrar datos confidenciales y exigir un rescate a cambio de su liberación. Además, los virus informáticos pueden ser difíciles de detectar y eliminar, lo que los hace una amenaza persistente para la seguridad informática.
Es importante proteger los dispositivos con software antivirus confiable y estar atento a las prácticas de seguridad cibernética para prevenir la infección por virus informáticos y minimizar los riesgos asociados a ellos.
Puedes proteger tu computadora contra virus y malware sin necesidad de usar un antivirus. Aunque es común usar programas de seguridad para estar protegido, también existen métodos alternativos usando herramientas integradas en tu computadora y otros métodos prácticos.
Una de las herramientas útiles es el Administrador de tareas de Windows. Este te permite ver todos los programas y procesos en ejecución en tu PC. Si notas algún proceso sospechoso que podría ser malware, puedes detenerlo y eliminarlo siguiendo estos pasos simples:
Presiona Ctrl + Alt + Supr para abrir el Administrador de tareas.
Ve a la pestaña ‘Procesos’.
Busca procesos que consuman muchos recursos o que no reconozcas.
Haz clic derecho en el proceso sospechoso y selecciona ‘Ubicación del archivo’.
Si identificas el archivo como malicioso, elimínalo.

Si has descargado un archivo recientemente y tu PC comenzó a comportarse extraño, ese archivo podría ser la causa. Puedes buscarlo en tu carpeta de descargas y eliminarlo manualmente o desinstalarlo desde el Panel de control si ya está instalado.
Las extensiones y complementos del navegador también pueden ser fuentes de problemas. Si tu navegador empieza a comportarse mal después de instalar una extensión, considera eliminarla siguiendo estos pasos simples dentro de la configuración del navegador.
Microsoft también ofrece una herramienta integrada llamada Herramienta de eliminación de software malintencionado (MRT). Puedes usarla rápidamente para buscar y eliminar ciertos tipos de malware en tu sistema.
Si los problemas persisten, puedes recurrir a la Restauración del sistema, una función de Windows que te permite retroceder en el tiempo antes de que aparecieran los problemas de infección.
Aunque estos métodos son útiles, es importante recordar que tener un antivirus instalado sigue siendo la opción más segura y efectiva para proteger tu PC en tiempo real. Los antivirus no solo eliminan amenazas existentes, sino que también te protegen continuamente.
Finalmente, la prevención juega un papel crucial en la seguridad de tu PC. Evita descargar archivos de sitios no confiables, escanea archivos y enlaces antes de abrirlos, y asegúrate de mantener actualizado tu sistema y tus programas.